De la utopía a la creatividad: Gareli Ramírez y las historias en sus canciones

De la utopía a la creatividad: Gareli Ramírez y las historias en sus canciones

Luis Dinorín

Proveniente de una de las familia de músicos más conocidas en la Sierra Nororiental de Puebla, Xochitlán de Vicente Suárez, Gareli Ramírez Gutiérrez hizo toda una época de buena música en diferentes lugares de la ciudad y sus alrededores.

Comenzó en un lugar pequeño que se ubicaba en la Avenida Juárez. Se llamaba Utopía.

De su paso por el Barrio del Artista

Fue el músico Gabriel Flores, a quien algún tiempo llamaron “Vhiernes” y hasta hoy es conocido cariñosamente como Nono Tarado, quien le recomendó a Gareli que en ese lugar había un sitio donde llegaban diversas manifestaciones artísticas y culturales: se trataba del Café Galería Amparo.

Fue en los noventa cuando Gareli Ramírez comenzó a trabajar ahí, al lado de Marco Rojas, Lalo Bermúdez y otros músicos.

Gareli comenzó a tomar fuerza en compañía de sus amigos Alfonso Álvarez y Arturo Montiel. Formaron el Trío Gamboín, como referencia en broma al personaje de la televisión mexicana creado por Ramiro Gamboa: El Tío Gamboín.

“Allí pasamos una larga temporada, hasta que varios músicos comenzaron a salir del Café. Recuerdo que nosotros nos fuimos, simplemente porque queríamos seguir la fiesta. Así llegamos al bar de la contraesquina del Teatro Principal”; Gareli se refiere al María Candelaria.

“Un músico que tocaba nos invitó. Al terminar la noche, el dueño nos contrató”.

Así, Gareli formó el Combo Jurizdizabal. Un grupo que se expandía o contraía, según llegaran los amigos, dándole vida al lugar. La gente cuenta que, en algún momento, la fila para entrar al sitio era bastante larga.

De la perseverancia a lo profesional

Con el tiempo, el músico xochiteco se profesionalizó y quienes lo conocen desde entonces afirman que su constancia era tal, que bien podía pasar ocho horas practicando la guitarra.

“Yo me iba a dormir. Me había despedido de Gareli, y me marcaba en la madrugada para decirme que había logrado combinar dos escalas o que descubría algo”, contó alguna vez Marco Rojas, otro ícono de la trova en Puebla.

“Le tengo mucho respeto a la música. Pienso que es una carrera de resistencia y de estar buscando siempre ser mejor”, expresa Gareli.

Al María Candelaria llegaron dos amigos más, ambos salían de los conciertos de música académica del Teatro Principal. Se trataba del bajista José Luis García “Capi” y Guillermo “Memo” Galicia para completar el ritmo de Gareli.

En su búsqueda, exploró el jazz y otros géneros. Pasó varios años como músico indiscutible en el Café Rentoy. Y definió otro trío, pero esta vez, de son. Al lado de Memo Galicia y el percusionista Alejandro Luna, integró Gareli y la Compañía del Son.

“Con ellos fuimos a varios eventos. Viajamos al Festival Cervantino en 2013 y a otros lugares como la Huasteca Potosina. Hay infinidad de anécdotas con ellos y con muchos otros músicos. Que me disculpen si no los menciono a todos”, cuenta Gareli.

Su música

Con el apoyo de la Secretaria de Cultura del Estado, y manufacturado en Carreira Studio, de Carlos Carreira, Gareli grabó su disco Encanto de Puebla, del que dedica canciones a otros municipios del estado como Atlixco, Cholula y Xochitlán.

Señora Sierra Madre Oriental
Tus cerros aún reverdecen
Con el latido de la humedad
Tus cafetales florecen
Flor buena ya se nombró
Encanto de la rejoya
Con tus colores pintó
Tus paisajes y su gloria…

Dicen los versos de su canción “Flor Buena”, que el cantautor dedica a su tierra en ese disco.

https://www.youtube.com/watch?v=4GU5c1a9dqk
Escucha la melodía completa.

Las aves van emigrando
Tus lindos ojos se cierran
Los grillos están cantando
Y mi alma pena y pena
Tardes sin sol mi esperanza
Lloran las cuerdas del sol

Refieren los versos de “Tardes sin sol”, uno de sus temas con la Compañía del Son.

https://www.youtube.com/watch?v=G1mmgnio1xg
Escucha la melodía completa.

Y su versatilidad y gusto se pueden apreciar también en “El altar de mis pecados”, un blues que grabó en video, en 2018.

Una anécdota

Un día una chica en el Barrio del Artista le pidió que cantara “Ojos Verdes”, de Alejandro Filio. Gareli no tenía la letra en la mente pero le dijo, si vuelves, te hago una canción. Así nació una de las canciones que más le agrada al público del cantautor: “Para una niña de ojos verdes”.

Su guarida

El cantautor tiene una peña en Xochitlán: La Guarida del Tigre, donde suele convivir con sus amigos músicos. Allí acuden talentos como Mauricio Díaz, “El hueso”, Lalo Bermúdez, Carlos Arellano y Tomás Nomás, además de infinidad de tríos de son huasteco, huapango, etcétera. En Xochitlán hay una fiesta grande. Van muchos músicos a tocar.

Y es tan agradable estar allí, que se vuelve un pesar cuando “se apaga la luz”, aunque siempre habrá una nueva jornada al siguiente día. “Los robos y otras cuestiones, y luego con esto del covid-19, decidimos parar, pero esperemos abrirla pronto para que siga siendo un foro importante”, cierra la entrevista El Tigre de Xochitlán.

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