Óscar Becerril: tenacidad y pasión por la música

Óscar Becerril: tenacidad y pasión por la música

Luis Dinorín  

En su casa escuchaban música de forma habitual, donde un hijo no figura como músico y menos, un músico profesional. Pensó en dedicarse a la publicidad. Aunque antes de entrar a la música, soñaba con ser jugador de hockey profesional. 

“No vengo de una familia de músicos. No tuve una referencia cultural o musical. En la secundaria tuve mis clases de flauta, como cualquier otro estudiante”, cuenta Óscar Becerril.

Fue a los 18 años cuando tomó por primera vez una guitarra; entró a una rondalla y la música le gustó muchísimo. Escuchaba a Fernando Delgadillo y a Silvio Rodríguez.  Sin embargo, la meta era terminar su carrera de publicista.

“Entré a estudiar Diseño. Mi fin era ese, pero ya empezaba a tocar la guitarra”, afirma al recordar que su primer toquín fue en la cafetería de la Universidad Popular Autónoma del Estado de Puebla (UPAEP). 

De un hobby a lo profesional  

Un poco más tarde, dos de sus amigos, Beto Tapia y Chacho Jahuey, lo invitaron a formar parte de un trío.  Se llamaban “Son tres”. Entró en lugar de Juan Solís.

“Me quedé en su lugar. Desde entonces Juan era  muy exigente en eso de estar presentables, tener tus cables listos y las cosas de la mejor manera. Para mí era un poco incómodo, porque la música seguía siendo un hobby”, recuerda el músico poblano y sonríe. 

“Pasa el tiempo y surge la necesidad de meter un bajo a esa banda. Lo tocaba como una guitarra. Tocábamos en el café María Candelaria.”   

Aquel Juan, al que Óscar conoció en ese trío, tiene hoy un nombre artístico: Juan Solo.

Lo invita primero a una suplencia como bajista de su banda para un programa en Telehit. Y así, se mantuvo como suplente unos dos años, hasta quedar en la banda. 

Ya en lo profesional, Óscar conoce a varios músicos, entre ellos al multiinstrumentista mexicano Rodrigo Castelán, con quien comenzó a tomar clases. Castelán es hoy uno de los jazzistas más importantes del país. 

Un poco más tarde, Óscar se hace alumno del también bajista Pepe Hernández, músico mexicano que ha colaborado con varios artistas, entre ellos Benny Ibarra, Emmanuel y muchos más.  

En acompañamiento de Juan Solo.

La vida en CdMx 

“Aquí toda la gente se quiere superar y eso te motiva, es una competencia sana”, declara el bajista. 

“He aprendido bastante. Estoy aprendiendo producción y me gusta eso de grabar como músico de sesión. Es otro rollo, diferente a tocar en vivo”, nos cuenta.  

Becerril ha colaborado con diversos cantantes.

Además, Óscar es parte de K de Funk, del baterista Ricardo Cortés y del guitarrista César Ceja. Un proyecto de música original que exige buena ejecución y musicalidad.  

Un proyecto satisfactorio.

En el homenaje a José José 

“Fue una producción de Áureo Baqueiro. Los músicos eran de muy buen nivel. Todos propositivos y apoyándonos, cuidando el sonido para que saliera muy bien, como merecen las canciones de José José. Estaba María León,  Yuri, Kalimba, Reyli, Napoleón, Leonel García, Paty Cantú, los hijos de José José y muchos artistas”, precisa Becerril.  

La banda para ese concierto la integraron músicos de alto nivel, todos dirigidos por César Ceja. 

“Todos superprofesionales. Sentías esa presión de hacer las cosas muy bien. Aparte se iba a televisar. No te podías equivocar porque eso iba a salir ahí, en la tele”.

Unas 120  mil personas estuvieron en ese concierto, donde los músicos tuvieron que concentrarse para acompañar el estilo de cada artista. 

“Fue escuchar voces que yo escuchaba de niño. Como 15 artistas escuché en mi oído. Ha sido de las experiencias más padres de mi vida.” 

https://youtu.be/mA2dhwThchw
Óscar participó en el homenaje al Príncipe de la canción.

El bajista nos cuenta que sigue estudiando música. En  los últimos días se ha centrado en la armonía, con el músico mexicano Francisco Lelo de Larrea.  

Más sobre su historia    

En sus inicios lo recomiendan como bajista para un grupo de cumbias y salsas. Se trataba de la orquesta Mar y Arena, dirigida por la cantante Martha Cuevas. 

“Era un repertorio de unas 300 canciones y yo no me sabía ninguna”, afirma el bajista.   

Terminó su carrera y ejerció como publicista dos años. En esa etapa de su vida ganó un premio de publicidad a nivel  estatal; por ello, le costó más trabajo la decisión de dedicarse por completo a la música. 

“No me iba tan mal económicamente, pero la verdad es que me sentía frustrado, porque para este tiempo ya quería ser músico.” 

También tiene recuerdos con la Agrupación Arrebato, el primer grupo versátil en el que Óscar Becerril participó en Puebla. 

“Ahí aprendí mil estilos. En cinco minutos tocaban muchas canciones. Eran puros Medleys. Me dieron la oportunidad, el chance de seguir aprendiendo.  Y de ahí para adelante».

Óscar cuenta sobre sus hobbies: “Cuando no hago música voy al cine, busco una exposición, me gusta salir a caminar al centro, cocinar y arreglar mi casa. Algunas veces, simplemente descanso”.  

Como consejo para quienes se desarrollan en este ámbito, el bajista lanza: «Cuando estés en una zona de confort, lo mejor es salir de ahí y enfrentar cosas que te reten, que te hagan crecer como músico”. 

Foto: Shofi Altamira

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