La voz: cualidad que define el destino de Ari Benedik

La voz: cualidad que define el destino de Ari Benedik

Luis Dinorín 

Hoy, Ari Benedik es uno de los poblanos que forma parte del Equipo Montaner en la última edición de La Voz Azteca, el programa buscatalentos más popular en México. 

Sus inicios  

Empezó a cantar desde niño porque se dio cuenta que podía imitar lo que hacía una cantante americana con la voz. 

“Empecé a cantar a los 12 años, aproximadamente, quizás un poco antes, pero era muy tímido. Me daba mucha pena cantar delante de la gente. Entonces me encerraba en alguna parte a escuchar la música de “El Guardaespaldas” de Whitney Houston, que me gustaba mucho y me ponía a imitar lo que ella hacía con la voz”.   

Lo descubren sus padres y empieza a cantarle a sus tíos, primos y vecinos.

 Mientras tanto, su familia viajaba por todo el país. “Quería estudiar gastronomía porque amo cocinar, pero en ese tiempo la carrera empezaba a ser muy popular y los precios para estudiarla eran estratosféricos».

Su familia se establece en Puebla, y es alentado por sus padres a estudiar en el Conservatorio de Música del Estado, es ahí en dónde descubre que quiere dedicarse profesionalmente a la música. 

“Mientras estudiaba en el Conservatorio, comenzaron a interesarme otros géneros,  lo cual me llevó a descubrir grandes maestros, entre ellos Iraida Noriega y Jenny Beaujean con quienes tuve la oportunidad de tomar clases».

Su amigo Carlos Cano cantaba en el Café Rentoy, en el Barrio del Artista de la ciudad de Puebla y le dio la oportunidad de dar sus primeros «palomazos», pero en ese tiempo la única canción completa que se sabía era «Un beso grande” de Edgar Oceransky”. 

Entonces, Sin Bandera y Benny Ibarra estaban de moda. Eran los primeros años del siglo. El género pop sonaba en la radio y era lo que Benedik cantaba. A la vez, llegaban a México programas donde se buscaba talento, como La Academia, Operación Triunfo, Cantando por un sueño, Latin American Idol, entre otros.

Logra experiencia entre audiciones  

A  los 21 años hizo su primera audición para la Academia 4ta Generación.

“Me puse súper nervioso porque no tenía experiencia, lo cual me permitió sólo avanzar dos rondas en el proceso de selección. Un año después lo volví a intentar para la 5ta generación y llegué a las rondas finales, pasé los últimos filtros, pero los términos del contrato no eran lo que yo esperaba y no continué el proceso».

“Años después sale la convocatoria de Latin American Idol y decido intentar de nuevo», resume sus primeros intentos por acceder a estos programas.

“Tenías que esperar en filas larguísimas desde las cuatro de la mañana hasta las ocho de la noche. Aguantar todo e ir pasando los filtros hasta llegar al programa”, dice sobre La Academia. 

“Para Latin American Idol era necesario el pasaporte vigente, que logré tener a marchas  forzadas un día antes de hacer la audición”. 

Las pruebas para dicho programa fueron en Six Flags México, una competencia entre unos 10 mil aspirantes. Llegó a las cuatro y media de la mañana y lo escucharon alrededor de la 1 de la tarde de aquel largo día. 

“Los jueces fueron Mimí de Flans, el fallecido Gustavo Sánchez, Jon Secada y el director en ese entonces de Sony Music Latinoamérica”. 

Un viaje a Argentina 

Viajó dentro de esa misma competencia a aquel país como representante de México.  

“Llegar a Argentina y compartir con 99 talentos de toda Latinoamérica fue una experiencia única. Aprendí mucho de la diversidad de culturas y logré ampliar mi panorama sobre lo que quería ser. Participé en tres etapas más, quedando dentro del top 40 y quedé eliminado en la ronda de parejas».

El camino 

Al regresar a Puebla, Ari estaba muy motivado y se reunió con un grupo de amigos para hablar de formar una banda de rock pop.

Tras la muerte de su padre, tomó las riendas de su casa e incursiona en la música de manera profesional. 

Ari Benedik audicionó para cantar en el grupo versátil Citrus, uno de los que más trabajo tenía en ese tiempo en los eventos sociales de la ciudad. 

“Así, sin darme cuenta, entré a la música profesional. Estuve siete años trabajando con dicha agrupación, y en ese lapso surgió la posibilidad de trabajar para unas más al mismo tiempo. Me iba vestido para un evento y me llevaba mi portatrajes para irme al otro».

“Mis compañeros, sin saberlo, se convertirían en parte de mi familia. Les tocaron muchas cosas. Me respaldaron mucho tras la muerte de mi padre».

Al mismo tiempo, Ari fue parte de un grupo llamado Morfina01, y con ellos empezó a ganar concursos. Abrió conciertos a bandas como la de Natalia Lafourcade, Allison y otras más.  

Tiempo después se convertiría en el conductor titular de un programa de televisión de corte cultural llamado Trovarte.

“Fue muy padre; ahí conocí a mucha gente. Estuve dos años y aprendí muchísimo. Me convertí en el ajonjolí de todos los moles” .

El grupo Ntre3 

Ntre3 es el proyecto que formó con su cuñado, el también músico Tony Rosher, además de Néstor Salas. Le abrieron concierto a Carlos Rivera. Estuvieron con Jeans en Querétaro y también abrieron concierto a Reik y Raúl Ornelas. 

“Actualmente nos encontramos en el proceso creativo de nuestro nuevo material».

Foto (y portada): Raúl Bravo.

A sus amigos y las nuevas generaciones 

Entre las amistades radicadas en Puebla de Ari Benedik, se encuentran Esmeralda Guillén, cantautora, y Dafne TorSáe, vocalista y percusionista de Mr. Rabbit. 

“Creo que somos una generación que ha logrado poner el nombre de Puebla muy alto, y llevamos ya unos años destacando”.

“Creo que las nuevas generaciones también pueden lograrlo porque es un estado que tiene mucho talento. ¡Que lo hagan sin miedo, la capacidad la tenemos!”.  

«Estar dentro de un programa como La Voz, da la oportunidad de que muchas más personas conozcan tu trabajo y llegar a sus corazones”, resume.

En La Voz Azteca: Cortesía de Ari Benedik.

“ Actualmente, las redes sociales son una herramienta indispensable en la distribución de contenido,  participar en este tipo de plataformas como La Voz te permite ser más visible y llegar a más personas”.

Ari Benedik tiene pleno conocimiento de que la carrera en la música no es de velocidad sino de resistencia, de confiar en lo que tienes para ofrecer. 

“Esta carrera es de pasito en pasito, porque si empiezas a correr te puedes tropezar. Eso ya lo entendí y es por eso que tomo las cosas con calma. Hay que buscar los espacios para ser escuchados y si no existen, generarlos”, concluye.

«Como tú». Ari Benedik (YouTube)

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